Centenares de miles de personas, en su gran mayoría mujeres, tomaron el centro de la ciudad de Washington en la Marcha de Mujeres convocada para protestar contra la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
La protesta comenzó a las 10 de la mañana (12 horas en Argentina) muy cerca del Capitolio, se realiza con un clima festivo y sin el operativo de seguridad desplegado ayer durante el acto y desfile de investidura.
Si bien la convocatoria inicial fue para ratificar el rol de las mujeres en la sociedad estadounidense y rechazar la mentalidad machista y violenta expuesta por Trump, todos los sectores y grupos sociales agraviados por el empresario durante la campaña (inmigrantes, musulmanes, discapacitados, negros, entre otros) se unieron a la protesta.
Además, la marcha se replicó en unas 300 ciudades de todo el mundo. Australia y Nueva Zelanda inauguraron la jornada con manifestaciones en Sidney, Melbourne, Wellington y Auckland.
En la capital británica, Londres, miles de personas se movilizaron desde Grosvenor Square hasta la céntrica Trafalgar Square para manifestarse en contra de la retórica agresiva de Trump contra las minorías y en contra de sus promesas de campaña.
Entre los miles de manifestantes que salieron a las calles de la capital, estaba la actriz Emma Thompson, según el portal de noticias británico Mirror, que precisó que las protestas también se extendieron a las ciudades de Belfast, Cardiff, Lancaster, Leeds, Liverpool, Manchester, Shipley y Edimburgo.
También se ha congregado gente en Francia, con carteles exigiendo "Derechos para las mujeres americanas" y en Helsinki, Finlandia, donde algunos de los convocados llevaban carteles con la foto de Trump al lado de una de Hitler.
En Estados Unidos también marcharon en Boston, Los Ángeles, Seattle y Nueva York, entre otras.
La diversidad dominó la jornada: negros, asiáticos, latinos, homosexuales, niñas, madres, abuelas, ex combatientes de Vietnam, todos reunidos bajo el mismo lema y con el alivio de darse cuenta de que son muchos los que salieron a defender los derechos conquistados por las minorías.
"Es bueno no sentirse solo", expresó un hombre que no participaba en una manifestación desde la guerra de Vietnam.
Una niña de 12 años que participa por primera vez de una manifestación contó a Télam que le prometió a sus compañeros del colegio preparar una clase especial sobre la manifestación para la semana próxima.
Mientras la jornada de ayer se caracterizó por la presencia del un 99% de blancos, con banderas de Estados Unidos, en la de hoy, la creatividad en la elaboración de carteles artesanales estuvo a la orden del día.
"Esta es una galería de arte feminista marchando", señaló divertida una mujer a la que no se la notaba preocupada por no poder escuchar el sonido, insuficiente para una manifestación que superó todas las expectativas de los organizadores.
El color rosa usado por la mayoría de las mujeres y hombres que participan de la marcha, hace referencia a los derechos reproductivos, algo que Trump prevé eliminar junto con la Ley de Salud, la llamada Obamacare, en referencia al impulsor de la reforma, Barack Obama.
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