Domingo, 29 Mayo 2016

“Los inmigrantes no son un peligro, están en peligro”

El papa Francisco volvió a criticar el rechazo a los refugiados y exigió asistencia para ellos. Además, lamentó la actitud de países que "se enojan y deportan a quien busca un poco de salvación, paz y trabajo"

 

El papa Francisco aseguró que “los inmigrantes no son un peligro: están en peligro” durante un encuentro que mantuvo en el Vaticano con 500 niños italianos e inmigrantes.

“Los inmigrantes no son un peligro, sino que están en peligro, tantos niños, hombres y mujeres”, afirmó el Pontífice hoy durante una audiencia que tuvo en el Aula Paulo VI del Vaticano con los niños que llegaron en un tren especial desde la región sureña de Calabria.

“La vida es para compartir con los demás. Siempre hay que tener la mano extendida de la amistad”, aseguró Francisco a los participantes de la iniciativa “Tren de los niños”, que este año tuvo como lema “Traídos por las olas””.

Durante el encuentro, el Sumo Pontífice dijo a los chicos un participante que hay que acoger a los migrantes con “gestos de cariño y acercamiento, apertura”, y especialmente con “ternura, compasión y amistad”.

En ese sentido, el obispo de Roma reforzó su llamado tradicional por el diálogo interreligioso y aseguró que “los que vienen tienen una religión diferente, pero no es peligroso porque somos todos hermanos” y que “Dios nos quiere a todos juntos”.

Asimismo, Francisco lamentó la actitud de países que “se enojan y deportan a quien busca un poco de salvación, paz y trabajo”, según difundió radio Vaticana, en medio del criticado acuerdo entre la Unión Europea (UE) y Turquía para la devolución masiva de inmigrantes del este asiático.

Durante el encuentro, Jorge Bergoglio mostró a los chicos el chaleco salvavidas que recibió en la Audiencia General del miércoles pasado, que murió ahogada en el viaje que hacía desde su Siria natal hacia la isla griega de Lesbos, que el Pontífice visitó el 16 de abril.

“Un voluntario me trajo el chaleco y me dijo: ‘Padre, no pude. Había una niña, sobre las olas, pero no pude salvarla. Sólo quedó el chaleco'”, recordó el Pontífice, quien agregó: “No sé el nombre de la niña, pero está en el cielo y nos está mirando”.

Tras contar la anécdota, dijo a los niños: “no quiero entristecerlos, pero ustedes son valientes y conocen la verdad. Están en peligro: tantos niños, hombres, mujeres, jóvenes, están en peligro”.