Martes, 04 Marzo 2025 Cambio de época

El fin de la Radio baigorriense

Foto ilustrativa Foto ilustrativa

Con audiencias en baja, ni renovación generacional, ni tecnológica, ni nuevas ideas, las FM de la ciudad están a la deriva. El ocaso de lo que fue un gran encuentro entre vecinos.
Sólo algunos sobreviven en los despojos de lo fue la perla en otros tiempos
Qué pasó para llegar hasta acá.

Por Hugo Cravero, locutor Nacional y licenciado en Periodismo

Vamos al grano. Salvo de Ariel Marini y su resistente Baigorria Informa, que todavía sobrevive los mediodías en la olvidada Radio City, Cristina Lescano con su programa folclórico, Jugando un sueño, que sale en la misma emisora los sábados de 12 a 14, y otras gratas excepciones, y la influencia que Recuerdos FM, una emisora de Beltran, pero con presencia en la ciudad, lo demás que existe en el éter baigorriense es un espanto.

Lo que naciera en clandestinidad a mediados de los 80’ en Remanso Valerio, se desarrollara en los 90 con el auge de las FM en las pioneras FM Granadero y Radio de la Costa, y se potenciara a inicios del nuevo milenio con la impronta de Radio City, hoy es una crónica anunciada de fin de ciclo.
Pero cómo pasó esto. Cómo fue que las radios de la ciudad no se masificaron, ni se pusieron a tono a los tiempos, aggiornándose a los nuevos códigos de comunicación.
Para desentrañar esto será necesario hacer un breve recorrido desde el inicio mismo de la radiodifusión baigorriense a la actualidad.

 

Ya se dijo. La Radio nació clandestina, comunitaria y solidaria en Baigorria. Fue en Remanso Valerio, entre los últimos meses de 1986 y principios de 1987.
La emisora de FM, de muy baja potencia se llamó “La Radio de Todos”, y se emitía en 94,5 megahertzios.
La aventura la capitaneó Daniel Magagnini, un vecino de la ciudad, que falleció hace unos años, que supo radicarse en la barriada pesquera y realizar, junto a la comunidad católica, trabajos sociales profundos a mediados de la década del 80’. Eran otros tiempos, aún el mundo se dividía entre una sociedad más justa, con el socialismo real como bandera y el capitalismo que ya anunciaba ser una catástrofe para la humanidad.
En ese contexto nacieron las FM comunitarias, furtivas y truchas. Una forma rebelde de llevar voz adonde no había otra forma de contar lo que ocurría. Pero además fueron herramientas para poder alfabetizar a miles, cuando las distancias parecían más largas y los días eternos.
“La Radio de Todos” se creó para denunciar lo que al Remanso le faltaba. Agua potable, energía, espacios públicos, servicios elementales.
El transmisor se hizo copiando un circuito de una revista especializada española y fue calibrado por un tal Rodolfo, tío de Daniel que supo trabajar en Canal 3 de Rosario.

Años después, en la primavera de 1990, cuando el país se resquebrajaba por la hiperinflación, en un garaje de la familia Morelo de calle Formosa, en Santa Rita, Juan José Grimi encendía su FM 94 Cristal. Una suerte de radio itinerante que el “Loco” Grimi trasladaba de pueblo en pueblo.
Transmitía en el 94,9 y con cartelitos en comercios de la ciudad se anunciaba como la novedad. Grimi la dejó algo más de un mes al aire y luego la mudó a San Lorenzo, continuando su circuito regional.

Pero esa emisora, algo burda en su postura nómade, aceleró que Hugo Velizán pusiera al aire FM 102 Radio de la Costa y casi en simultáneo la sociedad integrada por Lalo Basile y Nahuel Padúan hiciera lo mismo con FM 106 Granadero.

Para muchos baigorrienses fueron tiempos mágicos.
En un comienzo FM 106 apuntó a un público juvenil, con una programación musical y dinámica, que logró que la adolescencia escuchara la radio, creando barras de amigos, intercambiando cartas con las audiencias que participaban de manera activa con los interlocutores.
Por su parte Radio de la Costa fue más familiar, con una mirada localista pero con una musicalización más amplia. Por allí pasaron grandes conductores radiales que venían de la AM, más los vecinos que adentraban a la experiencia de estar al aire, de decir algo que valía la pena comentado.

Por entonces Ariel Marini, joven de melena enrulada, era contratado por FM Granadero y comenzaba la radio en su formato periodístico. Ya había programas que intentaban rearmar la historia local, recordar desde Paganini a Baigorria, sus personajes, sus paisajes perdidos. Pero Marini daba inicio al género que sí impactó en la sociedad.

Tras Ariel, y su “Baigorria Informa”, otros siguieron. Radio de la Costa sumó al sanlorencino Alejandro Romero, para hacer la mañana de la emisora de Chile y Costanera. Otras voces también llegaron a esta FM, como el recientemente fallecido Mario Aquino, o Marcelo “Turco” Abraham, quien lideró el primer prime time radial baigorriense por años.
La tarde se llenó de periodismo, y opinión. Había programas en ambas emisoras, pero La Costa, con Rubén Hernández, Javier Minetti, Marcelo Ontivero y el mismo Hugo Velizán, marcaban el pulso social y la agenda periodística de la ciudad.

Esto se fue desvaneciendo con el tiempo. La falta de renovación del cuadro periodístico, la desatención en la tecnología y la puesta al aire de las emisoras, y la retirada de los propietarios de FM Granadero, que para 1995 había dejado la radio en manos del Disk Jockey Edgardo Mancinelli, para venderla en el 96’ la FM a un empresario rosarino, que cortó la transmisión y dejó el espacio vacío, generó como consecuencia que por años solamente la ciudad tuviese al aire a Radio de la Costa.

Recién en 1998 cuando se pone al aire FM City la radio local vuelve a tener un impulso importante, pero ya no fue lo mismo.
Por Radio City, y más cuando esta mudó sus estudios a barrio Centro, se logró tener una emisora local con centralidad baigorriense. Pero de a poco la FM se fue quedando en el tiempo.
No hubo en esta radio innovación. No se supo modificar de replantearse la emisora, pensar estrategias e invertir en profesionales y equipamiento.
A esto se suma el cese de la transmisión por antena de Radio de la Costa, que desde diciembre del año pasado sólo sale en formato streaming y con una escasa programación en vivo.

Así llegamos a hoy. Con unas FM en las barriadas del oeste de la ciudad con programaciones religiosas o programas musicales inaudibles, donde el periodismo y la habilidad de locutar quedaron a un lado.

Son radios con contenido nulo y con carencias artísticas notorias, sin nada nuevo que decir en un contexto de absoluta mediocridad.

Radio City sólo tiene a Cristina y a Marini, quien en diálogo para este medio para el presente informe sostuvo que la audiencia está. Que la gente sigue firme escuchándolo cada mediodía baigorriense, pero la crisis económica agrava la ya deplorable actualidad.
Por su parte Recuerdos FM, la beltranense emisora, con gran audiencia en la ciudad, que le habla a un oyente mayor de 50 años, con una selecta musicalización y una artística cuidada, es la única que resiste en el éter local

Lo que fuera rebeldía, magia, sueños y esperanza, hoy es un lamento con una final casi publicado. En febrero de 2024 la versión del cierre de Radio City era un hecho que no ocurrió. Este año pasó algo similar.

O los que tienen a cargo las FM baigorrienses cambian o las audiencias seguirán modificando sus preferencias.