Este domingo 23, desde las 11 horas, en la plaza 25 de noviembre de barrio San Fernando, se llevará a cabo un acto para recordar a las víctimas de la calle Las Verbenas.
En la actividad, que es convocada por Documenta Baigorria y el Espacio de la Memoria del Cordón Industrial, se pintarán pañuelos.
La Masacre de la calle Las Verbenas y 9 de julio ocurrió entre la noche del 22 y 23 de junio de 1977, cuando asesinos que integraban la patota de “La Calamita”llevaron adelante uno de los actos más atroces y cobardes realizados en la dictadura. Nueve militantes del PRT-ERP (Partido Revolucionario de los Trabajadores - Ejército Revolucionario del Pueblo) fueron fusilados, tras el montaje de un supuesto enfrentamiento.
La Masacre se llevó a cabo luego que los militantes fueran secuestrados y torturados en el centro clandestino de detención La Calamita, de Eva Perón 1530 (ex calle Córdoba) de Baigorria. Durante años el relato nadó en una nebulosa, pues no había datos fehacientes. Se sabía que no había sido como los asesinos decían y los diarios reproducían, pero los responsables y los detalles fueron brindados en el 2009 cuando el represor arrepentido Eduardo "Tucu" Costanzo pidió ampliar su declaración indagatoria en la causa por crímenes de lesa humanidad denominada Guerrieri I.
Costanzo declaró: “El simulacro fue protagonizado por tres de sus compañeros en el banquillo de acusados: Juan Daniel Amelong, Jorge Fariña y Oscar Pascual Guerrieri, quienes montaron la farsa”.
“Todo fue una matanza dentro de la casa con los detenidos, entre los que estaba el doctor Corazza", agregó en su relato el represor. Según recordó Costanzo, el grupo estaba formado por militantes del ERP al que había detenido Jorge Walter Pérez Blanco en la zona sur de Rosario días antes.
Seis de los nueve fusilados fueron reconocidos por los mismos sicarios, pues también habían incluido sus nombres en el parte que luego los diarios transcribieron. Ellos fueron: Eduardo Luis Franco, Domingo Laborde, Hilda Helena Merkel Rivas, Alberto “Beto” Corazza y Jorge Alberto Madeo e Irma Montenegro. Los otros militantes siguen desaparecidos y sin identidad. Todos los muertos de aquella lúgubre noche pertenecían a la cúpula del ERP regional Rosario.